Discutiendo los recursos de Royal Caribbean para la salud mental de los tripulantes varados y desempleados durante la pandemia mundial CoViD-19 y la prohibición de los cruceros, y las protestas que se produjeron después.
Ésta es la parte uno de mi vlog sobre salud mental en cuarentena, para conocer mis mejores consejos para mantenernos positivos y motivados, mira la parte 2.
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Si no leíste mis (bastante extensos) blogs sobre mi experiencia de estar atrapada a bordo del crucero en el que trabajo durante 3 meses, te dejo los links de la primer parte sobre cómo empezó todo y la segunda parte sobre cómo logré volver a Argentina.
Esta vez quiero enfocarme únicamente en el tema de salud mental durante estos tiempos difíciles. Como todos estamos forzados a situaciones que no planeamos y probablemente ni siquiera previmos este año, la atención hacia la salud mental se ha disparado, y eso simplemente nunca es algo malo. Principalmente por el impacto de todos los trabajos perdidos y todos los proyectos desmoronados por la situación internacional, pero más interesante para mí, porque nuestras rutinas normales se han visto interrumpidas. Solos en nuestros encierros y con mucho más tiempo en nuestras manos, dirigimos nuestra atención hacia adentro quizás como nunca antes. Lejos de la rutina, parece mucho más difícil estructurar nuestros días. De repente estando sin trabajo, con planes a corto plazo detenidos, atrapados en algún lugar donde quizás ni siquiera se suponía que estés y el mundo en pánico total puede ser bastante desorientador.
La salud mental siempre ha sido un tema muy presente para la gente de mar en general, trabajamos en promedio 10 horas al día, 7 días a la semana durante meses, lejos de las comodidades del hogar y, lo que es más importante, lejos de nuestras familias y de los principales círculos de apoyo.
Afortunadamente, nuestras empresas no son totalmente ajenas a este hecho. Normalmente tenemos una serie de recursos disponibles para nosotros con respecto a la salud mental, pero eso es una charla para otro blog. Esta vez quiero enfocarme particularmente en el manejo de esta serie de eventos. El impacto inicial de la prohibición de los cruceros, los cuidados ofrecidos a los miembros de la tripulación varados en el mar, lo que la tripulación mínima tuvo que soportar y lo que fue de los que eligieron quedarse. Personalmente sólo puedo referirme a la compañía para la que trabajo, Royal Caribbean, pero me encantaría saber más sobre los recursos de otras líneas de cruceros, ¡deje su opinión abajo!
Como mencioné en los blogs anteriores la cantidad de nueva información que llegaba día a día era abrumadora. Llegaba de todas las direcciones y fuentes: gobiernos, el C.D.C., noticias mundiales, así como a través de la gran cadena de comunicación interna de la empresa. Se establecieron varios canales de información, yo personalmente trabajo en esta área, así que me ocupé de primera mano de la emisión de anuncios, actualizaciones, etc. Especialmente porque no podíamos reunirnos físicamente, por lo que el uso de medios audiovisuales era crucial. Dí el ejemplo de cómo, durante los días en que estuvimos confinados en cabinas individuales, pasamos de pedir nuestra comida en un papel pegado a nuestra puerta a pedirla en una aplicación, debo admitir que el poder de la adaptabilidad fue realmente fascinante. Debo añadir: una perspectiva positiva sobre el futuro de los cruceros. En poco tiempo habíamos establecido un canal en el que todas las actualizaciones de repatriación se anunciaban en un programa diario. Tendríamos una lista de todas las nacionalidades a bordo con la situación particular de cada nación y los planes de desembarco para cada grupo. Pero a veces la búsqueda de una total transparencia era un arma de doble filo. Demasiada información es abrumadora, y no importa cuántas veces se repitiera, el hecho de que las cosas pudieran cambiar en cualquier momento no lo hacía más fácil. Escuchar que podrías irte a casa mañana, y escuchar eso varias veces, eventualmente te desgasta. Sin mencionar el estado poco práctico de tener el equipaje a medio hacer sin saber cuándo vas a viajar.
Pero no todo es información, solos en nuestras cabinas, con un millón de pensamientos pasando por nuestras cabezas, a muchos kilómetros de casa, a veces incluso en una zona horaria diferente a la de nuestros seres queridos, necesitamos interacción más que nada. Creo que todos pasamos por esa "abstinencia social" en algún momento, no importa cuánto disfrutemos estar en nuestras pijamas y no tener que prepararnos para salir de casa. La empresa cuidó de esto de varias maneras:
El programa diario incluía menciones de cumpleaños y citas positivas e ideas compartidas por los anfitriones.
Se creó una aplicación para que los miembros de la tripulación pudieran hacer sus propias preguntas sobre algunos de los temas preocupantes del momento: poder volver a casa, el estado de la tripulación a bordo, las nuevas reglas del C.D.C., la compensación por ser despedido, etc.
La mayoría de los canales promocionales para pasajeros se desconectaron para ser reemplazados por contenidos más entretenidos.
Se creó un canal de entrenamiento para animar a todos a mantener una buena salud física. Junto con varios canales de películas.
Se establecieron varios canales específicos para cada país, especialmente para la tripulación filipinas e india.
Se lanzó un programa semanal que incluía video-mensajes de los CEOs, VPs, jefes de departamento de Royal Caribbean, etc. dirigidos específicamente a la tripulación. Con muchas palabras de aliento y explicaciones sobre la situación de la compañía, incluyendo una buena cantidad de reafirmaciones sobre el futuro.
Este programa incluiría entrevistas con los responsables de los planes de repatriación generando una gran transparencia hacia el proceso.
Contenido creado por otros tripulantes a bordo o en casa, ex-marineros y familias se emitió en apoyo de los varados. Como también mensajes de fanáticos de los cruceros.
Los jefes de cada división fueron encargados con llamarnos a diario para preguntarnos cómo estaba la comida, los servicios básicos, y cualquier necesidad o petición que pudiéramos tener para pasarla al equipo de Recursos Humanos a través de ellos, así como asegurarse de que nos sentíamos emocionalmente bien.
Se puso a nuestra disposición una línea telefónica de apoyo emocional para recibir llamadas relacionadas con la depresión, las dificultades de la situación y cualquier problema económico por el que alguien pudiera estar pasando.
Se animó a toda la tripulación a compartir sus talentos e ideas para entretener a los demás a bordo, en mi caso el chef ejecutivo del Brillance puso en marcha una radio en vivo en la que tomaba peticiones a través de llamadas y ponía música divertida, trivias, desafíos, etc.
Se podía comprar cerveza y cigarrillos diariamente, artículos de aseo básicos y aperitivos semanalmente que dejaban en las puertas de nuestros habitaciones.
Como dije antes, creo que lo más difícil era la incertidumbre.
Mas allá de todas las preguntas en nuestras mentes, supongo que todos los recursos que menciono hicieron bien en tratar de mantener la mente de todos fuera del tema, después de todo no había nada que hacer al respecto sino esperar y ver cómo se desarrollaban las cosas. O bien te preparabas para todos los probables planes sólo para ser defraudado una y otra vez o simplemente dejabas que las cosas sucedieran dejándote sorprender al tener que empacar todas tus pertenencias y despedirte de tus amigos de repente.
No había forma de no preocuparse por el hecho de que acabábamos de quedar desempleados repentinamente. Tengo el privilegio de no tener una familia o gastos que dependan de mí, pero muchos luchan por mantener sus familias y sus bienes, a veces eligiendo trabajar en el extranjero para obtener mejores ingresos a pesar de todo el sacrificio que conlleva. No es sólo estar sin trabajo sino estar varados en altamar incapaces de salir a buscar otro ingreso.
Trabajar en base a contratos presenta otras dificultades, ya que nuestro empleador nos puede despedir legítimamente sin aviso previo, mientras que en la Argentina, por ejemplo, se estableció un decreto que hace ilegal el despido de personas debido a la pandemia. No existe tal protección en aguas internacionales.
Royal Caribbean sí dio un buen paso adelante y entregó una indemnización a los que se quedaron en contra de su voluntad, y finalmente la amplió a los que decidieron quedarse. Pero más alarmante me resulta que hasta la fecha no he visto ninguna compensación material o de incentivo hacia aquellos que no tienen otra opción que quedarse y trabajar más allá de sus fechas de contrato.
Aquellos que forman parte de la tripulación mínima necesaria para mantener la nave en funcionamiento no tuvieron la oportunidad de volver a casa ya que nadie podía viajar para reemplazarlos. Ya que normalmente trabajamos en forma rotativa.
Se les indicó amablemente que si decidían terminar de trabajar cuando su contrato original terminara, tendrían pocas oportunidades de ser contratados de nuevo por la compañía en el futuro. Estamos hablando de hombres y mujeres cuyos puestos son tan exigentes que la mayoría de las veces que son contratados para trabajar un máximo de 10 semanas a la vez con 10 semanas libres entre contratos, siendo ahora "forzados" a trabajar el doble de tiempo o más sin descanso. Pero para mí lo que es peor es el hecho de que su voluntad no fue, de ninguna manera, apreciada. Por el contrario, hasta donde pude ver, se les presionó a trabajar más duro ya que menos gente se quedó trabajando. Si no es una compensación monetaria, creo que algún tipo de reconocimiento está corresponde, y tristemente no, un video alentador y un par de noches de cine no alcanzan. Al menos parece que podrán tomarse unas vacaciones más largas después de que finalmente desembarquen, pero volver a casa sería otro desafío por sí solo. Y permítanme recordarles que a los marinos no se les paga en vacaciones, así que no todo es genial.
Dicho esto, es al mismo tiempo innegable que la compañía hizo todo lo posible para mantener nuestros espíritus en alto y nuestras mentes alejadas de todo lo negativo cuando fue posible.
Todos a bordo fueron deleitados con la mejor comida disponible, muchas veces excediendo lo que se nos ofrece normalmente. El entretenimiento que se podía organizar con reglas de distanciamiento social también tuvo lugar. Lamentablemente, esto no es suficiente para resolver asuntos más serios como la depresión causada por la pérdida de un trabajo, la pérdida de un ser querido en casa por esta horrible enfermedad, el estar varado en el mar sin poder salir de ahí, y el panorama caótico general del mundo. Siendo incluso más difícil de afrontar tales cosas mientras se está lejos de la casa, la familia y nuestros típicos círculos de apoyo. No puedo hablar sobre la línea teléfonica de apoyo ya que nunca la usé pero sí escuché un relato de alguien que encontró un buen consejo para sobrellevar la situación después de hablar con ellos, espero que este recurso tenga un impacto positivo.
Lamentablemente, en las últimas semanas de mayo, cuando estaba claro que la industria de los cruceros podría dejarnos sin trabajo durante algo así como un año, perdimos más de 10 compañeros y compañeras, algunos por razones no confirmadas pero la mayoría por suicidio, llegando a 3 fallecidos en 2 días que se suman a 4 en sólo una semana. Sin incluir la muerte prematura de todos los que se cayeron con el virus.
Esto arrojó una sombra aún más oscura en el ya sombrío panorama, durante esos días puedo decir que noté un presente de silencio y rigidez entre la tripulación.
Inevitablemente la gente siente la necesidad de encontrar a alguien a quien culpar cuando las cosas están fuera de sus manos, en este caso, la culpa se repartió entre el C.D.C. imponiendo duras restricciones de viaje, las compañías de cruceros acusadas de no cumplir con estas normas, e incluso los gobiernos por no poner en marcha medios excepcionales para traer de vuelta a sus ciudadanos.
En muchos barcos se produjeron diferentes actos de protesta, las noticias internacionales empezaron a notar historias de tripulantes de diferentes nacionalidades que pedían que se actuara para que volvieran a casa con carteles y declaraciones sobre su angustia y, a veces, sus condiciones deplorables. En el Explorer of the Seas, un grupo de personas cuyos vuelos habían sido cancelados varias veces iniciaron una huelga de hambre (este es un claro ejemplo que me hace preguntarme si hubiera sido mejor pedirles que esperaran más en lugar de poner sus esperanzas varias veces para luego decepcionarlos...) e incluso en el Majesty of the Seas se colocaron carteles mientras la gente se reunía en la cubierta exterior exigiendo respuestas del capitán.
Estas situaciones a veces dividían la opinión del resto, necesitábamos muchas cosas mejoradas y muchas preguntas respondidas, y muchos planes podrían haberse materializado antes si las partes involucradas no jugaran un juego de tira y afloja tratando de encontrar el arreglo más conveniente para ellos, ¡sobre todo porque estos planes de repatriación cuestan mucho! Mientras que la gente sólo quería volver a casa sintiéndose impotente mientras los grandes jugadores luchaban por las condiciones. Yo estaba personalmente preocupado por el impacto que estas acciones podrían tener en sus carreras dentro de la empresa, para ser honesta. Y al final del día, sabía que nuestras necesidades básicas estaban cubiertas mientras que otros en tierra lo perdieron todo sin el apoyo de sus gobiernos. Al mismo tiempo, soy consciente, como dije antes, de que los despidos afectaron a todos de forma diferente, pero sólo puedo esperar que la compensación que finalmente se puso en marcha pueda ayudar a más de uno.
En el caso de la Argentina, no estoy de acuerdo con que se nos "olvidara" como algunos titulares sensacionalistas trataron de insinuar, sino que estábamos mucho mejor que los que se quedaron varados en los aeropuertos, en su mayoría ancianos, o que se quedaron sin un centavo después de que unas vacaciones normales se convirtieran en meses estancados en el extranjero. Y finalmente conseguimos nuestros charters privados.
Personalmente estoy agradecida de ser parte de una comunidad increíblemente positiva como la Familia Royal Caribbean, incluyendo invitados y miembros de la tripulación. Nunca perdí ni perderé la esperanza -no, la certeza de que volveremos. Preparados como siempre y listos para generar el WOW en nuestros pasajeros y compañeros de trabajo por igual.
Hay un sentimiento de pertenencia cuando los más altos rangos de su compañía se acercan a ustedes, tomándose el tiempo para hacer un video tras otro y para responder personalmente a nuestros mensajes, cuando otros en casa muestran su apoyo, cuando los pasajeros muestran su confianza en nosotros para mantenerlos siempre sanos y deseosos de volver a nosotros para sus vacaciones. Más importante aún, el sentimiento de pertenecer a algo grande y positivo de lo que estoy encantado de formar parte.
Quiero dedicar estos pensamientos a aquellos que no pudieron continuar con la lucha. A aquellos que perdieron a alguien cercano a las dificultades del mar.
💞 Están en todos nuestros corazones. 💞
Espero sinceramente que, al concientizar sobre esta realidad, podamos cuidarnos mejor unos a otros y que las empresas y los gobiernos puedan establecer mejores condiciones para la gente de mar en todo el mundo. Es un juego siempre cambiante y siempre hay algo nuevo que aprender y mejorar.
Como siempre, gracias por leer,
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