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  • Writer's pictureMartina from Argentina

3 Meses en Altamar | Repatriación de Tripulantes

Mientras la pandemia de CoViD paraliza el mundo, miles de tripulantes de cruceros sin trabajo tratan de volver a casa. Una operación logística gigantesca.



 

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Recapitulando un poco la historia de cómo empezó todo y dónde nos quedamos en mi último blog 90 días en el mar | tripulación varada:

13 de Marzo - Cruceros del Caribe cancelados por 30 días. (Asia ya está bloqueada)

14 de Marzo - Último día en tierra para la tripulación del Brilliance OTS.

16 de Marzo - Último día con pasajeros a bordo. Disfrutamos un poco de libertad.

25 de Marzo - Suspensión de los cruceros extendida 30 días más, contratos cancelados.

Aquellos que decidan quedarse para reanudar sus contratos cuando se resuman las operaciones tienen que firmar un documento para negarse a que la compañía nos repatrie por el momento. Se comprometen a proporcionarnos comida y alojamiento. Los tripulantes que intentaron abordar los vuelos cancelados no pueden regresar a bordo desde el aeropuerto, están en cuarentena en los hoteles. Permanecerán ahí durante hasta 30 días esperando volver a casa.

30 de Marzo - Toda la tripulación será aislada individualmente en habitaciones de pasajeros. Algunos miembros de la tripulación logran volver a casa.

9 de Abril - Se extiende la orden de alto 100 días. Toda la tripulación no esencial a ser repatriada.


 

14 de Abril

| Días en el mar: 30 | Días aislados: 15 | Podemos salir de aislamiento. Ánimo: 😷

 

A falta de pruebas de CoViD-19 a bordo, nunca estamos seguros si alguien está infectado a bordo realmente, sin embargo incluso después del aislamiento estándar de 15 días, cuando finalmente se nos permite salir de las habitaciones, el uso de máscaras y el distanciamiento social son obligatorios. Monitoreado por el equipo de seguridad. Se nos entrega una máscara por persona y no serán reemplazadas hasta la próxima semana. Hay muchas ambigüedades en las medidas, si estamos en riesgo entonces necesitamos que se nos proporcionen más máscaras, si podemos usarlas después de su período efectivo de uso entonces no las necesitamos en absoluto... Tenemos horarios para dos controles diarios de temperatura y comer en el buffet, donde nos sirven la comida. Junto con horarios para finalmente cambiar nuestra ropa de cama y lavar algo de ropa ya que la lavandería está fuera de los límites. El gimnasio está cerrado y no se nos permite correr en la pista. Tampoco podemos entrar en la cabina de otra persona. Pero al menos el bar queda abierto y podemos salir de noche, pero eso es todo. Por suerte, con una tripulación reducida es fácil mantener la distancia social.


En este punto, yo personalmente planeaba quedarme a bordo tanto tiempo como necesitara, esperando a que se reanudaran las operaciones. Después de todo, originalmente había firmado para estar a bordo por el resto del año. Pero ahora que la prohibición se extendió, niegan esta posibilidad y dejan claro que nadie será re-contratado sin volver a casa primero. Pero la oferta de permanecer a bordo por seguridad sigue en pie. Establecen un sistema: Tres grupos para identificar la situación de la tripulación:

Grupo 1: La tripulación esencial para mantener el barco en funcionamiento, y aquellos cumpliendo funciones básicas (médicos, cocineros, limpieza).

Grupo 2: Los que están a la espera de ser repatriados.

Grupo 3: Aquellos que decidieron permanecer a bordo por seguridad.


Para aquellos que no firmaron el documento (ahora Grupo 2) se aprueba una compensación diaria, por tener que permanecer contra su voluntad, de hasta 400 dólares al mes. Yo quedo como parte del Grupo 3, ya que había decidido quedarme. Ahora surge la gran pregunta: ¿quedarme o irme? Vinieron muchos días difíciles, viendo a otros varados en hoteles, solos. Viendo a mis compatriotas hacer sus bolsos al menos 4 veces sólo para que sus vuelos fueran cancelados, nuestra embajada nos comunicó que Royal Caribbean ni siquiera se había puesto en contacto con ellos para arreglar que nos pusieran en charters de repatriación. Eso no parecía una apuesta segura y, los barcos siendo mi lugar favorito, al principio ese parecía el mejor plan, quedarme. Incluso sabiendo que mi aeropuerto local estaría cerrado al menos hasta Septiembre para vuelos comerciales, y que otros tenían mayor prioridad que nosotros para los vuelos chárter de repatriación, quedarse a bordo con mis amigos no parecía tan malo. Eso fue hasta que el paradigma cambió...


De mi último blog:

Nuevas reglas de la C.D.C.: ningún tripulante puede quedarse en hoteles en los EE.UU. a la espera de vuelos y tienen prohibido abordar los vuelos locales americanos, las compañías deben proporcionarles vuelos chárter privados. Así que no sólo no se puede enviar a alguien a tierra sin -de alguna manera, tener la seguridad de que el vuelo va a salir, además, imagínense esto, hay docenas de barcos sólo en las costas de Florida, y en el otro lado de los EE.UU. aún más. En cada barco, decenas, si no cientos, de trabajadores de cada nacionalidad. ¿Quién puede poner a toda esta gente en un mismo avión si no pueden tomar un vuelo local para reunirse en un aeropuerto, ni pasar la noche en un hotel, ya que no todos los barcos pueden atracar el mismo día y desembarcar a todos al mismo tiempo. No hace falta decir que nadie puede permitirse el lujo de chartear un vuelo para los pocos compatriotas de cada barco, necesitan estar juntos para que valga la pena chartear un vuelo teniendo la mayor cantidad de pasajeros posibles.-


La solución: encontrar otros países desde los que chartear vuelos. O navegar.

Los 100.000 marineros se dividen en dos grupos: Los que serán repatriados por barco (sí, incluso desde el Caribe hacia Europa) y los que serán consolidados para vuelos chárter en países dispuestos a abrirnos su puerto. Para la tripulación en Asia esto significaba: Aquellos que navegarían a Manila (Filipinas), India, etc. Y los que serían llevados a Southampton (Reino Unido) para abordar vuelos al resto de Europa y el continente americano. Para los de EE.UU. el gobierno de Barbados ofrece abrir su aeropuerto para la tripulación varada en el Caribe, pero de nuevo, ninguna tripulación debe permanecer en tierra, sólo desembarcar y dirigirse directamente al aeropuerto en un autobús privado, para tomar un vuelo privado.

Royal Caribbean comienza a organizar vuelos desde Barbados junto con cada embajada. Pero, todos los nacionales de cada país deben ser puestos juntos en un barco para poder desembarcar y ser procesados al mismo tiempo.

¿Cómo se hace eso? Estamos hablando de hoteles flotantes con miles de personas a bordo de cada uno! Recuerden, no podemos poner un pie en tierra, ni siquiera para caminar en un muelle de barco a barco, suponiendo que puedan atracar al mismo tiempo. Y estamos hablando de que la tripulación de un país podría estar dispersa en decenas de barcos.

El único lugar que podemos... ¿controlar? El muelle de Coco Cay, la nueva isla privada de Royal Caribbean en las Bahamas. Evitar el contacto con el personal residente de la isla, excepto los que esperan ser repatriados y son evacuados.


Y así, durante el próximo mes, miles de tripulantes serán transferidos ya sea en el muelle de Coco Cay, teniendo un desfile de barcos atracando uno tras otro, o a través de un barco auxiliar, básicamente un bote salvavidas más robusto que tenemos que bajar al agua, abordar a través de una escotilla en el lado del barco - ¡con todo el equipaje! Y en algunos casos, dos barcos pueden ser tan diferentes en su construcción y tipo de botes salvavidas que una transferencia directa es imposible, en su lugar una lancha auxiliar llevaría a sus pasajeros a otro barco, atracado en el muelle, a través del cual cruzarían por dentro del barco hasta el muelle para abordar el último barco en el que tienen que estar.

¿Ya estás mareado? Falta aún más...

En medio de todos los traslados la situación de cada país cambiaba rápidamente de la noche a la mañana. No sólo los países de destino, sino también en las escalas podían arruinar todos los planes de viaje. Además de los acuerdos entre la compañía y los gobiernos, así es como algunos compañeros de trabajo fueron transferidos a un barco con un plan inicial de navegar hasta Europa sólo para que se les dijera -¡No! En realidad, haz las maletas de nuevo, te están transfiriendo una vez más y ahora tomas un vuelo desde Barbados. Además, de esta manera los amigos, e incluso las parejas se están separando. Puede sonar como una cosa menor, pero lejos de casa, nuestros compañeros de trabajo se convierten en familia y en nuestro apoyo emocional, nos manteníamos constantemente unidos a lo largo de este lío y ahora estaríamos separados por nacionalidad, muchas parejas son de diferentes rincones del mundo y a veces no se ven durante largos períodos de tiempo o incluso nunca más. Situaciones difíciles como esta vivimos siembre los tripulantes, ahora empeoradas por un constante sentimiento de miedo e incertidumbre.


Quiero tomar un momento para destacar el verdadero impacto de todo esto, fue en las vidas y la salud mental de los tripulantes que repentinamente perdieron toda seguridad de ingresos y, aún meses después enfrentan el temor de estar desempleados por más de un año. Tener que lidiar con esta situación mientras estas varado en el mar volviéndonos locos con noticias confusas y cambios de planes inesperados.

Durante esta semana perdimos más de 10 compañeros y compañeras, algunos por razones no confirmadas pero la mayoría por suicidio, llegando a 3 personas fallecidas en 2 días, sumando 4 en sólo una semana de Mayo. Sin contar la muerte prematura de todos los que se contagiaron con el virus.

Algunos argentinos aceptan ser transferidos a Rhapsody OTS, un barco con destino a Barbados, decido quedarme donde me siento cómoda y bien cuidada por mi bien establecido círculo de amigos. Pero la decisión pronto estaría fuera de mis manos.


 

17 de Mayo

| Días en el mar: 60+ | Me trasladan a un barco abarrotado. Ánimo: ☹️

 

Toda la tripulación de América del Sur se consolidará a bordo del Liberty OTS con destino a Barbados, más grande que el Brilliance o el Rhapsody, este último ahora destinado a navegar a través de América Central repatriando por mar. Los argentinos trasladados originalmente ahí también son víctimas de los constantes cambios de planes... también serán (re)trasladados al Liberty. Los del Grupo 3, que decidan permanecer a bordo, serán colocados en un "barco-hotel" para acomodarlos especialmente, todavía no sabemos cuál, pero me obligan a transferir de barco junto con mis compatriotas, con la esperanza, claramente, de que finalmente acepte volver a casa, de esta manera el Brilliance se quedaría sólo el personal mínimo a bordo. Al final, los que decidieron irse, terminaron en el mismo lugar que los que decidieron quedarse.


Desde las oficinas centrales establecen que el proceso de re-contratación se basará en: los que estén hace más tiempo en tierra serán los primeros en ser llamados de vuelta. Así que los que decidan quedarse serán los últimos en conseguir un nuevo contrato. Ahora tengo una decisión aún más difícil entre arriesgarme a un intento catastrófico de volver a casa, pero prepararme para ser llamada de vuelta antes, o quedarme a bordo, ahora en un barco desconocido en condiciones inciertas.


Más de 1000 son transferidos a lo largo del muelle de Coco Cay desde más de un barco, al Liberty OTS, se necesita medio día y muchos voluntarios para ayudar a la tripulación del Liberty a procesar todos los nuevos pasajeros. Somos los últimos en ser transferidos, tenemos 4 horas de espera por delante. El barco está que explota. Tenemos que hacer colas de 40 minutos para conseguir comida (además de ser apurados para comer rápido y dar nuestro asiento) y otros 40 minutos para nuestro chequeo de temperatura diario. Esta vez ni siquiera tengo una ventana en mi nueva habitación, a algunos les dan pequeños camarotes para la tripulación. Hacer cumplir la distancia social se convierte en un desafío. Apenas hay lugar para pasar nuestro tiempo, ya que la mitad de la nave está encintada, en las cubiertas exteriores y el paseo principal está lleno de gente inquieta. El uso de máscaras y la distancia social se imponen severamente, algunos ya no pueden soportar la situación y organizan pequeñas "fiestas", pronto se prohíben los altavoces y las ventas de alcohol pasan de "Sin licor fuerte" a incluso sin cerveza en las noches previas a los vuelos después de que un grupo creara disturbios por aparentemente estar borrachos al embarcar. Que el bar esté abierto puede parecer un privilegio, pero considera que el Wi-Fi por satélite apenas funcionaba y no solemos llevar ningún tipo de entretenimiento a bordo. Era lo único que podíamos disfrutar, además la compañía puede sacar algo de dinero del stock de otra manera inútil que tienen a bordo.


En el Liberty el equipo de recursos humanos no tenía ni idea de la existencia de la separación por grupos, todos estábamos anotados para irnos a casa, mientras que algunos que habían llegado conmigo pensaban quedarse. Eventualmente los del Grupo 3 comienzan a recibir la misma compensación diaria de un máximo de $400 por mes, de acuerdo a los días pasados en el mar. Sumando el nuevo paradigma de "los que estén en tierra mas tiempo serán los primeros en ser llamados de vuelta" y la situación general a bordo, en este momento, no estoy dispuesto a arriesgarme a quedarme atrapada en un barco, sintiéndome honestamente miserable, por el resto del año, todavía no hay certeza sobre el destino del Grupo 3. Después de escuchar que la embajada argentina está planeando vuelos chárter con Royal Caribbean desde Barbados, decido inscribirme en el Grupo 2 y esperar la repatriación.


A finales de mayo sale a la luz una fecha estimada para que los argentinos regresen a casa. Se retrasará dos veces, pero finalmente se nos llama a varias reuniones para proporcionar información det


allada para que la embajada nos prepare las listas de repatriación, ya que el país está cerrado. Finalmente se reserva un vuelo para los últimos días de mayo pero se cancela un par de días antes por falta de espacio en los hoteles de cuarentena de Buenos Aires.


 

3 de Junio

| Días en el mar: 80+ | Despega el chárter a Argentina. Ánimo: 😐

 

Yo estoy en ese vuelo. Otro día agridulce, las dudas me aprietan el pecho. ¿Tomé la decisión correcta? ¿Cambiarán los planes de nuevo y los que se quedaron serán ofrecieron un puesto antes que yo? Honestamente no quiero volver a casa, no porque no quiera estar acá sino porque esto significa finalmente el fin de la esperanza de que el 2020 sea normal de nuevo. Mi corazón estaba listo para estar en el mar durante el resto del año, pero tengo que tomar una dura decisión racional y dejarlo ir, estar lista para ser llamada de nuevo a la acción será eventualmente más fructífero que quedarse sólo por el hecho de poder ver el mar y conocerse con nuevas personas durante la cuarentena mundial. Siempre tengo tiempo para eso mientras me gano el sueldo, y por muy adictivo que sea, tiene un costo, en los últimos dos años pasé apenas algo más de un mes en casa, ahora es el momento de recuperar el tiempo perdido en tierra.


Nos obligan a limpiar y desinfectar nosotros mismos nuestras cabinas (algunos pasan por este proceso solo para que sus vuelos sean cancelados, teniendo que quedarse y volver a hacer todo de nuevo), llenamos formulario t ras formulario, los requisitos y detalles se pierden en la traducción entre la embajada y el equipo de RR.HH., por suerte todo va bien y estaremos exentos de la cuarentena de 14 días del hotel al llegar a Buenos Aires, los que viven en otras provincias tendrán que esperar buses que vayan a sus ciudades una vez que lleguen al aeropuerto.


Se nos da algo de comida y se nos pone en buses privados (no hay distancia social, porque aparentemente en un momento estamos en peligro y en el siguiente no lo estamos...), el aeropuerto de Barbados tiene el tamaño de una terminal de autobuses de otros países, somos casi los únicos ahí. Nos registramos normalmente, dos pequeños aviones con más de 200 argentinos cada uno. Son vuelos de 14 horas sin comida servida a bordo. Despegamos en el primer vuelo después del mediodía, con una parada programada de combustible en Manaos, Brasil, después de la medianoche. Sólo p ara averiguar que el segundo vuelo seguía en tierra por dificultades técnicas (no llegarán a Argentina hasta el día siguiente). Una bala esquivada para mí, pero el tipo sentado detrás de mí tiene a su hermano en el otro vuelo y ahora tiene que posponer el transporte privado que había contratado a su casa. Aterrizamos en Buenos Aires el 4 de Junio a las 2 de la madrugada, es una vista agridulce, las luces nocturnas de la ciudad. Estoy feliz de que todo haya salido bien después de todas las historias de terror que mis amigos pasaron, pero después de todo, ni siquiera debería estar acá. Nadie quiere escuchar otra historia de la del año 2020 arruinado, pero quiero decir la mía: Me tocaba una temporada en el Mar Báltico viajando por Escandinavia y el norte de Europa, donde mi mamá tomaría el crucero que reservé para su cumpleaños, iba a Canadá por primera vez en mi vida. Todo eso se esfumó.

Al final del día la verdad es que me sentí absolutamente protegida en todo momento. El riesgo real de la infección nunca me preocupó del todo, ni siquiera se me pasó por la cabeza hasta que empezamos a mezclarnos con otra tripulación. Sólo desearía que las noticias no hubieran sido soltadas a diestra y siniestra constantemente y a veces con tan poco apoyo. Tengo que aceptar que la inestabilidad de este tipo de trabajo basado en contratos no proporciona seguridad a largo plazo. Pero en general siempre supe que tenía una red de apoyo disponible para mí, y aunque la posibilidad de quedarme era una oferta increíble de la compañía, creo que elegí el camino correcto al volver a casa para trabajar en mis proyectos personales y prepararme para volver lo antes posible.

Gracias a la Familia de Royal Caribbean ♡


Gracias de nuevo por leer mi historia y la de miles de marineros y marineras, una historia es todas las historias, algunos lo han tenido peor, otros lo han tenido mejor, pero todos sentimos que nuestra familia de mar está herida.


Por supuesto, miren mi video para ver más fotos y filmaciones de la operación.


>> Estén atentos a una actualización de los que aún están a bordo y el futuro de las operaciones de cruceros.


Volveremos marinos!


Siempre Curiosos!



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